Matrimonios y uniones forzadas

​El término “matrimonio infantil, temprano y forzado”, ha sido aceptado en los documentos de Naciones Unidas (ONU) para describir la práctica nociva en donde se da un matrimonio o unión donde al menos una de las partes es una persona menor de 18 años. Es un término complejo ya incluye varios condiciones que lo agravan:

El término ‘infantil’ se refiere a los matrimonios y uniones que tienen lugar antes de los 18 años de edad, el final de la infancia según la Convención sobre los Derechos del Niño/a (CDN). El término ‘Temprano’ hace referencia al hecho de que para las adolescentes que se casan, el momento de su ingreso al matrimonio o la unión es problemático; por ejemplo, compite con su escolarización o desarrollo físico.

Decimos ‘forzado’ para resaltar las desigualdades estructurales que impulsan el MUITF en todo el mundo, las condiciones que determinan si un matrimonio o una unión es realmente una “elección”: las bajas expectativas para las niñas, el trabajo doméstico y el control que experimentan en sus hogares natales y el compromiso limitado con su escolarización. Además, sus matrimonios y uniones tienen lugar con hombres que suelen ser mayores, más experimentados, poseen más educación y tienen mejores perspectivas económicas, lo que hace que las niñas vivan una vida de desigualdad conyugal e incluso violencia.

En nuestra región agregamos la palabra uniones al concepto para reflejar los matrimonios informales o uniones libres que son habituales y equivalentes al matrimonio. En Latinoamérica y el Caribe, el término matrimonio debe entenderse que incluye las uniones que no están formalizadas por instituciones religiosas o el Estado.

De ahí que el término utilizado por Plan es: Matrimonios y uniones, infantiles forzadas y tempranas  (MUIFT).

Plan International condena la práctica del matrimonio y las uniones infantiles, tempranas y forzadas, que constituye una violación de los derechos humanos, una práctica perjudicial y una forma de violencia de género.

​Plan International sostiene que, dadas sus múltiples causas y consecuencias, poner fin al MUITF requiere un enfoque multisectorial y coordinado de prevención y respuesta. La acción para eliminar el MUITF debe implicar un fuerte compromiso, financiación y acción concertada de las partes interesadas en múltiples niveles, incluyendo el individual, familiar, comunitario, nacional, regional e internacional, así como estrategias para abordar las normas de género perjudiciales que siguen impulsando la práctica del MUITF.​​

Datos:

MATRIMONIOS INFANTILES Y UNIONES TEMPRANAS FORZADAS EN LAS AMÉRICAS

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